martes, 5 de noviembre de 2024

II Certamen local de microrrelatos "Villa de Baños de la Encina"


Ya tenemos las obras ganadoras del II Certamen local de Microrrelatos "Villa de Baños de la Encina".

Se han presentado al concurso un total de 21 obras y la relación de ganadores es la siguiente:





Categoría Juvenil II (de 15 a 17 años)

Ganador

“El manicomio de las almas perdidas” de Juan Lara Lara



En un antiguo manicomio abandonado, donde el silencio solo era roto por el crujir de las paredes carcomidas, un grupo de amigos jugaban a ser exploradores urbanos, aventurándose en busca de emociones prohibidas.

A medida que se adentraban por los pasillos oscuros y cubiertos de polvo, las sombras parecían cobrar vida, acechándolos desde cada esquina. El aire estaba cargado de una presencia maligna que helaba los huesos.

De repente, un grito desgarrador rompió el silencio, seguido por el sonido de pasos rápidos que se alejaban. El grupo se dispersó sumido en el pánico, cada uno corriendo en busca de una salida que parecía haberse desvanecido.

Una joven se refugió en una sala cerrada, donde una silla de ruedas vacía y oxidada yacía en el centro. Temblando, buscó una salida desesperadamente, pero las puertas parecían haberse cerrado por sí mismas.

Entonces la vio, una figura encorvada sentada en la silla de ruedas con su rostro oculto entre las sombras. Con voz ronca y tenebrosa la figura comenzó a hablar revelando secretos oscuros del manicomio y las almas torturadas que aún habitaban en él.

A medida que la voz resonaba en la habitación, la joven sintió que su cordura se desvanecía, siendo arrastrada hacia la locura que había consumido a los pacientes años atrás.


Cuando el resto de amigos llegaron a la sala la hallaron sentada en la silla de ruedas, con una mirada vacía en su rostro y un susurro escalofriante en los labios.


Finalista

 “El baúl de los recuerdos” de Mª Ángeles Herrero Soler

En un tranquilo pueblo, vivían Amelia y Pablo, una pareja de ancianos cuyo amor seguía perdurando desde que eran jóvenes. Sin embargo, con el paso de los años, los síntomas de la vejez empezaban a afectar a Pablo, sus recuerdos se iban borrando poco a poco, como si fueran arrastrados por una marea.

Una tarde, mientras Amelia ordenaba el desván, encontró su viejo baúl. Con nostalgia, lo llevó al salón y lo abrió junto a su esposo. En su interior, los recuerdos cobraban vida, estaba lleno de fotografías, cartas de amor que aún desprendían el latir nervioso de un corazón y objetos que rememoraban su historia.

Para Pablo, sin embargo, aquellos objetos eran un misterio. No reconocía las caras de las fotografías, ni las palabras que él mismo había escrito, luchaba por no caer al fondo, ahogado en un mar de recuerdos olvidados. Amelia, sumida en el dolor, decidió llevar a su marido a navegar juntos, en un viaje entre olas de recuerdos.

Con muchísima paciencia y amor, Amelia le describió con esmero cada momento, cada risa, cada lugar y cada lágrima, las que el pequeño baúl escondía. Recuerdo tras recuerdo pasaba la tarde y en los ojos de Pablo parecía, a veces, asomarse algún destello.

Aunque sus recuerdos se desvanecieran como huellas en la arena borradas por una ola, Pablo conservaba intacto su amor por Amelia. Su fuego seguía ardiendo con la misma intensidad de siempre, en lo más profundo de sus corazones.


Categoría Juvenil I (de 12 a 14 años


Ganador

“La última partida” de Ana María Rumí Sampedro



Con tres años mamá me decía:

- Vamos a jugar a un juego, ¿vale?

Yo, inocente de mí, asentía entusiasmado.

- Pierde el juego el que antes hable.

Me pasaba horas callado, toda la tarde si era necesario, odiaba perder. Con ocho años mamá se inventó uno nuevo:

- Vamos a jugar al escondite, ¿vale? Tendrás que esconderte en el armario y jugar al anterior juego, combinarlos los dos.

Lo extraño de los juegos de mamá era que podían durar días enteros, pero ella y el tío Julián eran unos tramposos, siempre estaban chillando y se oían muchos golpes. Una noche alterada me dijo:

- Artis, hoy tenemos que jugar al silencio y al escondite, es muy importante que no salgas.

Escondido en el armario, escuché un ruido ensordecedor, después escuché sirenas, no pude resistirme más y salí y allí estaban: tres coches de policía y una ambulancia, se llevaban al tío Julián esposado y mamá... A mamá no la veía. Me salté la norma, salí de mi escondite y bajé a la calle. Un agente me vio y me preguntó que quién era le dije que el hijo de mamá, al hombre se le cristalizaron los ojos, inocente de mí no sabía por qué. Más tarde llegó una mujer y me contó que mamá no regresaría nunca más, ella estaba llorando y pronto empecé yo también a llorar.



Hoy cumplo trece años y mañana será el aniversario de la muerte de mamá y ya comprendo porqué se inventaba tantos juegos.


Finalista

“Miedo” de Óscar Briones Sánchez



Una tarde de verano, una familia compuesta por dos pequeños y sus padres, viajaban por carretera hacia Burgos a pasar unas estupendas vacaciones cuando el coche se les averió.

Los padres salieron a buscar ayuda ya que no pudieron solucionar la avería y, para que los niños no se aburrieran y estuvieran entretenidos, les dejaron la radio encendida.

Cayó la noche y los padres seguían sin volver cuando escucharon una inquietante noticia en la radio: un asesino muy peligroso se había escapado de un centro penitenciario cercano a Lerma, muy cerca de donde ellos se encontraban. Pedían que se extremaran las precauciones, que no salieran de casa y que avisaran a la policía si veían algo extraño.


Las horas pasaban y los padres de los niños no regresaban. De pronto, empezaron a escuchar golpes sobre sus cabezas. “Poc, poc, poc”. Los golpes, que parecían provenir de algo que golpeaba la parte de arriba del coche, eran cada vez más rápidos y más fuertes. “POC, POC, POC”. Los niños, aterrados, no pudieron resistir más: abrieron la puerta y huyeron a toda prisa para adentrarse dentro del bosque. Solo el mayor de los niños se atrevió a girar la cabeza para mirar qué provocaba los golpes. No debería haberlo hecho: sobre el coche había un hombre de gran tamaño, que golpeaba la parte superior del vehículo con algo que tenían en las manos: eran las cabezas de sus padres.


Muchas gracias a todos los participantes. ¡Os esperamos en la III edición!



lunes, 4 de noviembre de 2024

Entrega de premios del Certamen literario "Villa de Baños de la Encina" 2024

 El día 26 de octubre, en el Auditorio Municipal, se celebró la entrega de premios del Certamen literario "Villa de Baños de la Encina" 2024.


Ana Mª Herrero, Concejala de cultura






Jurado


Ganadores de los premios



Ganadores, jurado y autoridades



Los ganadores de este certamen fueron los siguientes:


II Certamen local de microrrelato “Villa de Baños de la Encina”


Juvenil II (de 15 a 17 años)

Ganador 

“El manicomio de las almas perdidas” de Juan Lara Lara



Finalista

“El baúl de los recuerdos” de María Ángeles Herrero Soler




Juvenil I (de 12 a 14 años)


Ganador 

“La última partida” de Ana María Rumí Sampedro




Finalista

“Miedo” de Óscar Briones Sánchez




IX Certamen poético “Alfonso Monteagudo”

Ganador

 “Territorio Lumpen” de Esteban Torres Sagra (Aldeahermosa de Montizón, Jaén)



Accésit

“Etapas: la vida sin mí” de Kelly Molina Martos (Clermont Ferrand, Francia. Reside en Jaén)





VI Certamen de novela corta “Castillo de Baños”

Ganador

Las huellas de Orieta” de Ramón de Aguilar Martínez (Valencia).



XXV Certamen nacional de poesía “Pepa Cantarero”

Ganador

En esa vieja madera del verso” de Francisco Beltrán Sánchez (Chauchina, Granada)




Homenaje a Pepa Cantarero por el 25 Aniversario de su premio.



Cierra en acto la actuación del cantaor Federico Zamora y el guitarrista




Fotografías: Javier Estudillo