martes, 23 de octubre de 2018

Día de la Biblioteca 2018



El 24 de octubre se celebra en España, como cada año, el Día de la Biblioteca.


Una iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro infantil y juvenil que tuvo su origen en el año 1997. Desde entonces, Amigos del Libro se ha esforzado en dar a conocer y reconocer la labor de las bibliotecas, sus servicios, sus recursos profesionales y agradecer y reconocer la labor de los bibliotecarios y las bibliotecarias.





El pregón de este año es obra del escritor Gonzalo Moure (Premio Cervantes Chico 2017), y el cartel ha sido realizado por el ilustrador Alfonso Zapico, Premio Nacional de Cómic en 2012.


El día de la luz

Vengo del desierto del Sáhara, de inaugurar una biblioteca. Está en Dajla, el más alejado, el más olvidado de los cinco campamentos de refugiados saharauis. Es la cuarta biblioteca que construimos, y es preciosa. En el centro hemos plantado árboles, para que los niños y los jóvenes del Sáhara puedan experimentar el gozo de sentarse a su sombra a leer un libro. No queremos que esa biblioteca sea ningún “templo de silencio”, sino más bien un espacio para del sonido, para el ruido. Una biblioteca que ya es el lugar más hermoso del campamento. Un espacio para desear ir a buscar lectura, pero también amistad, sueños compartidos. Incluso amor. Un lugar en el que enamorarse mirando unos ojos por encima de un libro. Porque al fin y al cabo, la biblioteca es el lugar en el que se descubre al otro, de papel o de carne.

En una película inolvidable, la mejor película de ciencia ficción de la historia, 2001, una odisea del espacio, aparece un monolito cada vez que el hombre se dispone a dar un salto cualitativo. Kubrick, su director, debería haber puesto un libro en su lugar. Porque han sido los libros los que han marcado el ritmo de los cambios del ser humano. Porque el libro es el laboratorio del hombre, el lugar en el que se experimenta con emociones, descubrimientos, utopías, apuestas. Somos lo que somos porque hemos pensado y escrito sobre cómo ser y sobre cómo no ser. Y seremos lo que pensemos, lo que piensen y escriban las próximas generaciones.

Así que una biblioteca no es solo un lugar en el que invitar a leer, sino también, o por eso, un lugar en el que invitar a escribir. Las bibliotecas del siglo XXI son, pueden ser, tienen que ser el semillero de nuevas novelas, nuevos monolitos, mojones de nuestro futuro. Si el siglo XX fue sin duda el siglo de la lectura, el siglo XXI puede llegar a ser el siglo de la escritura, ya lo está siendo.

Por todo eso construimos bibliotecas en los campamentos del desierto. Porque no son solo para los saharauis. Las paga nuestra sociedad civil, mediante socios adultos, y mediante actividades solidarias en colegios, institutos y bibliotecas. Y los alumnos y lectores que las sufragan se hacen conscientes de lo extraordinario que es tener una biblioteca, aprenden a valorar la suya, a defenderla. Cada biblioteca del desierto tiene detrás a miles de niños, jóvenes y adultos que la han hecho posible con su pequeño esfuerzo. Sumando. Cada lector saharaui tiene a su lado a miles de lectores, más conscientes de la importancia de una biblioteca, porque con su trabajo se ha construido una, en un clima y un lugar tan hostil.

Piensa en tu biblioteca. Hubo un día en el que esa biblioteca no existía. Alguien la soñó, luchó por ella, la llenó de libros y también de sueños. Hazte del equipo de ese alguien que la hizo posible, lucha por un mundo en el que no haya un ser humano que no tenga cerca una biblioteca, o un amoroso bibliobús. Que no haya un solo niño, joven o adulto, que no roce la mano de una bibliotecaria que le aconseje, que le oriente en el laberinto. Que es lo mismo que decir que no haya un solo ser humano conectado a lo que fue, lo que es y lo que será.

En tu mano hay millones de manos, estrechando la tuya, acompañándote en el camino. Tiernas o callosas, pequeñas o grandes. En el libro que te espera en la mesilla de noche o junto al sofá, hay millones de libros. Ingenuos o complejos, humildes o lujosos. Pero todo preciosos. Conectados todos por un invisible hilo de plata que une mano con mano, estantería con estantería, un hilo inacabable y luminoso. Inacabable, y así sea. Hoy es el Día de la Biblioteca, que es lo mismo que decir El día de la Luz.


Feliz día, feliz siglo.



(Texto: Gonzalo Moure. Cartel: Alfonso Zapico)








martes, 16 de octubre de 2018

Entrega de premios del Certamen literario "Villa Baños de la Encina" 2018



El día 13 de octubre, a las 20:30 h. en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Baños de la Encina, se realizó la entrega de premios del Certamen literario "Villa de Baños de la Encina".


Ana Mª Herreros


Alfonso Monteagudo


Carlos Benítez Villodres


Pepa Cantarero




Foto de los ganadores y del jurado






Los ganadores de los premios fueron:


VII Certamen Nacional de Microrrelatos "Villa de Baños de la Encina"


Ganador

Francisco Manuel Cazorla Crespo con "El último adiós"





Accésit

María Ángeles Peyró Jiménez con "Mi turno"





VII Certamen de Cuentos y Relatos "Villa de Baños de la Encina"


Ganadora

Marta Isabel Rodríguez Alabarce con "La última libertad"



Accésit

Tomy Martínez de la Torre con "Valentina"






VI Certamen Poético Alfonso Monteagudo


Ganadora


Ana Vega Burgos con "Jueves cerrado por corazón roto"



Accésit

Marina Tapia Pérez con "Escribir un lugar"




III Certamen de Novela Corta "Castillo de Baños de la Encina"


Ganador


Andrés Morales Rotger con "Lobos, caperucitas y pastores"





XXII Certamen de Poesía Pepa Cantarero



Ganador


Gregorio Miguel Dávila de Tena con "Hebras de luz"





** Fotos de Vera Batkova Fischerova y de Televisión Baños de la Encina








lunes, 7 de mayo de 2018

Nuevas adquisiciones







Nuevas adquisiciones infantiles y juveniles gracias a la donación de José María Cantarero de la recaudación por la venta de su libro "Los molinos del Jacarero"



Cuentos infantiles

  • Juan sin miedo
  • La abuelita aventurera de Ana María Machado
  • Malvadita de Gabriela Keselman
  • El detective de Jordi Sierra i Fabra
  • La bruja Mon de Pilar Mateos
  • Cómo cuidar a tu abuela de Jean Reagan
  • Rosa caramelo de Adela Turin
  • Abelardo murciélago de Antoon Krings
  • Tortuga Lúa de Antoon Krings
  • Maruja lechuza de Antoon Krings
  • Lágrimas de cocodrilo de Pep Molist



Novela infantil

  • Soy una nuez de Beatriz Osés
  • Ramón, un perro singular de María Asunción Mateo
  • Los hijos del vidriero de María Gripe
  • Las aventuras del Capitán Calzoncillos de Dav Pilkey
  • El Capitán Calzoncillos y la invasión de los pérfidos tiparracos del espacio de Dav Pilkey
  • El Capitán Calzoncillos y el contraataque de Cocoliso Cacapipi de Dav Pilkey
  • El gigante huesudo (Bat Pat, 34)
  • El metro fantasma (Bat Pat, 39)
  • Una sirena enamorada (Bat Pat, 40)
  • El misterio del huevo dorado de Pedro Mañas (Princesas dragón, 1)
  • La isla de las hadas pirata de Pedro Mañas (Princesas dragón, 4)



Novela juvenil


  • Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes: 100 historias de mujeres extraordinarias
  • El Valle de los Lobos de Laura Gallego García
  • El enigma del faraón de Sir Steve Stevenson (Agatha Mistery, 1)
  • El misterio del día de los Inocentes de Roberto Santiago (Los futbolísimos, 11)
  • El misterio del obelisco mágico de Roberto Santiago (Los futbolísimos, 12)
  • Lola Pimienta y el secuestrador de perros
  • La chica que leía en el metro de Christine Féret-Fleury
  • Desconocidos de David Lozano
  • Donde surgen las sombras de David Lozano



Obras de consulta


  • Los volcanes (Mundo maravilloso, 12)
  • Bebés y crías (Mundo maravilloso, 8)
  • La vida en el pasado (Mundo maravilloso)
  • Ciclo del aceite de Cristina Quental
  • Ciclo de la miel de Cristina Quental
  • Max y Mía en el espacio (Yellow Van, 4)
  • Max y Mía en el antiguo Egipto (Yellow Van, 6)
  • Max y Mía con los indios (Yellow Van, 10)
  • Enigmas para antes de ir a dormir de Laura Overdeck
  • Desde entonces hasta ahora: mi primer libro sobre evolución de Catherine Barr
  • ¿Qué quieres ser de mayor? de Virginie Morgand
  • Un paseo por París de Salvatore Rubbino
  • Un paseo por Nueva York de Salvatore Rubbino












lunes, 23 de abril de 2018

Día Mundial del libro 2018


El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial ya que ese día se celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor. La elección de esta fecha se debe a que el 23 de abril de 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.

Por ello, la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 1995, decidió rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. Respecto a este tema, la UNESCO creó el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, así como el Premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil Pro de la Tolerancia.

Cada año, la UNESCO y las tres organizaciones profesionales internacionales del mundo del libro (la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) eligen una capital mundial del libro cuyo mandato empieza cada 23 de abril.


El comité de selección eligió Atenas, capital de Grecia, en reconocimiento de la calidad de sus programas de apoyo al sector del libro, que han facilitado el acceso a los libros al conjunto de la población y, especialmente, a los migrantes y los refugiados.






«El libro constituye el punto de encuentro de las libertades humanas más importantes, entre las que destacan en primer lugar la libertad de expresión y la libertad de edición. Se trata de libertades frágiles». — Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO



En España, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha difundido el cartel oficial. La imagen está basada en el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, galardonado con el Premio Cervantes 2017, y ha sido creado por Alfredo, Premio Nacional de Ilustración 2017.





En Andalucía, la Consejería de Cultura dedica este 23 de abril al poeta cordobés Pablo García Baena, designado como autor del año por “su profunda renovación en la lírica andaluza a partir de su propia tradición poética en la que el barroco dialoga con la modernidad. Fue fundador del grupo “Cántico”, que dio sus primeros pasos hace setenta años, estableciendo un claro vínculo con la Generación del 27 y, muy especialmente, con Luis Cernuda”.





El Centro Andaluz de las Letras ha editado la antología “Un navío cargado de palomas y especias” que recoge 40 poemas de sus nueve libros publicados.

Está disponible en formato digital y puede descargarse gratuitamente.



El Manifiesto a favor de la Lectura 2018 está elaborado por la poeta Juana Castro y bajo el titulo El vicio más rentable, elogia el placer de la lectura y describe los beneficios de leer un libro.



El vicio más rentable


En mi casa, no es que no hubiera libros, es que no había ningún libro. Ni fascículos, ni periódicos, ni novelas por entregas. Nada, ni una estantería. Por eso, la primera vez que tuve un libro en las manos fue como si poseyera el mundo. Se llamaba Letras y era todo él un festival. Libro misceláneo, con ilustraciones, que incluía cuentos, fábulas, poemas, canciones, y que combinaba diferentes tipos de letras: de la manuscrita a la cursiva y de la caligráfica a la inglesa. De la bastardilla a la gótica y a la redonda recargada, de títulos y mayúsculas curvilíneas que talmente parecían bordadas.

Mi madre consideraba el estudio como una dedicación absoluta. Leer libros que no fuesen los reglados era perder el tiempo, y el tiempo pertenecía totalmente al objetivo único de estudiar. Por eso, el día que descubrí la palabra mágica la utilicé como arma incontestable:¡LITERATURA! Ser un libro de literatura o una obra de literatura. El título o la autora que “venían” en la enciclopedia o en mi libro de texto me concedía todas las bulas. Y así pude leer bastantes libros, siempre que fueran aptos para mi edad y siempre que no estuvieran prohibidos.

En vacaciones sí, en verano se alzaba totalmente la veda, y por las tardes yo leía en alta voz para las mujeres del cortijo, mientras ellas cosían. Leyendo en alto hice mi curso particular de entonación-declamación y leyendo leyendo aprendí ortografía y aprendí sintaxis: no había mejor aprendizaje que ver y leer lo escrito. Leyendo leyendo adiviné el significado de las palabras, que se deducía por el contexto. Leyendo leyendo recorrí el mundo. Leyendo leyendo descubrí el placer y viví la libertad. Y leyendo leyendo me zampé Don Gil de las calzas verdes, una de bandoleros, Nada de Carmen Laforet, A orillas del Sar de Rosalía, las completas de Federico… Y leyendo leyendo y más leyendo empecé a reunir mi biblioteca y pude alzarme hacia otros mundos: revividos, recordados o soñados.

Porque la memoria no es siempre recordar lo que ha sido. Los árboles son también seres vivos, algo humano, en su cercanía rememoramos no se sabe qué recóndita memoria genética o cuál otra onírica realidad alternativa. A veces, un grupo de rocas me llaman desde la ignota evocación de una antigua morada, cobijo o madriguera. ¿Con qué sentido percibimos el clamor que nos llega por el olfato, la vista, el oído…? ¿Por qué nos conmueve la poesía, esa aleación de música y palabra?


Y es que, a veces, el leer da en el escribir. Pues hay algo de extranjería y exilio que nos cerca, un hueco de dolor o de júbilo que no puede ser colmado sino con la palabra, la que intenta desentrañar el mundo.

Cuando vi por primera vez a Pablo García Baena, autor de este año 2018, que nos dejó en enero pasado, avanzaba por el pasillo central de un salón lleno de público con varios libros en la mano. Pablo había leído y leía mucho, porque todo le interesaba. Y en su mesa de trabajo también había siempre libros, que unas veces traía el correo y otras releía de entre su biblioteca.

Porque releer es volver al placer, recorrer el trayecto de espacio-tiempo desde un yo que ya es otro. Leer: fascinación, embeleso. Objeto de deseo, refugio, vicio solitario.


Loado sea el libro.



JUANA CASTRO

Poeta





Día Internacional del Libro Infantil 2018




Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.


Cada año, una sección nacional del IBBY tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor representativo y a un reconocido ilustrador de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.

Este año le corresponde a la sección de Letonia, que difunde el mensaje de la escritora Inese Zandere (1958) y el cartel del ilustrador Reinis Petersons (1982)




Los libros hacen grande lo más pequeño


Las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea cristales a partir de agua. Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a un texto. El mundo adquiere un orden precioso. Aún recuerdo que de niña luchaba conmigo misma por defender la justicia y la simetría, la igualdad de derechos para la izquierda y la derecha: si tamborileaba con los dedos una melodía sobre la mesa, contaba cuántas veces debía golpear con cada dedo para que los demás no se sintieran ofendidos. Solía aplaudir dando una palmada con la mano derecha sobre la izquierda, pero pensé que eso no era justo y aprendí a hacerlo al contrario, con la izquierda sobre la derecha. Por supuesto, este afán instintivo de equilibrio resulta gracioso, pero lo que muestra es la necesidad de evitar que el mundo llegara a ser asimétrico. Tenía la sensación de ser la única responsable de todo su equilibrio.


La inclinación de los niños hacia los poemas y las historias surge, igualmente, de su necesidad de llevar regularidad al caos del mundo. Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos de hadas, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran caos. Crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es posible y que todas las personas tienen en él un sitio único. Todo fluye hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo bien estructurado. La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve su coraje para vivir.


En un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera instantánea y no solo cuando llegan a adultos. Un libro es un misterio en el que se encuentra algo que no se buscaba o que no estaba al alcance de alguien. Lo que no pueden comprender lectores de una cierta edad permanece en su conciencia como una impronta y continúa actuando aun cuando no lo entiendan completamente. Un libro ilustrado puede funcionar como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de ser íntegros.


Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío.



(Texto original: Inese Zandere. Ilustración: Reinis Pētersons. Traducción: Attesor traducciones)


Pueden descargar el folleto en español aquí.