El Día Mundial de la Poesía, celebrado cada año el 21 de marzo, conmemora una de las formas más preciadas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad. La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz.
La UNESCO adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro.
El Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios. A medida que la poesía continúa uniendo personas en todos los continentes, todos están invitados a unirse.
Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial de la Poesía 21 de marzo de 2022
La orquestación de las palabras, el colorido de las imágenes y la contundencia de una buena métrica otorgan a la poesía un poder sin parangón. Como forma de expresión íntima que permite abrirse a los demás, la poesía enriquece el diálogo que cataliza todo progreso humano y es más necesaria que nunca en tiempos turbulentos.
Ello es especialmente cierto para los pueblos indígenas, cuyas lenguas y culturas se ven cada vez más amenazadas, en particular por el desarrollo industrial, el cambio climático y los conflictos. Para estas comunidades, la poesía desempeña un importante papel en el mantenimiento de la diversidad lingüística y cultural y en la conservación de la memoria.
La obra de Joy Harjo, miembro de la nación Mvskoke y poeta laureada de los Estados Unidos, lo demuestra claramente. Su poema Break My Heart (Rompe mi corazón) describe su regreso a Okfuskee, en Oklahoma, donde sus antepasados fueron violentamente arrancados de sus tierras y desplazados al oeste en virtud de la Ley de Deportación de Indios de 1830. Como en ella se afirma de forma contundente:
“No se puede forzar la poesía
a golpes de regla, o encadenarla a un escritorio [...].
La historia siempre te encontrará, y te envolverá
en sus mil brazos”.
Hoy, con motivo del Día Mundial de la Poesía, la UNESCO pone de relieve la poesía indígena, para celebrar el papel decisivo y único que desempeña en la lucha contra la marginación y la injusticia, y en el acercamiento de las culturas en un espíritu de solidaridad.
Este Día tiene lugar cuando las Naciones Unidas celebran el inicio del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, dirigido por la UNESCO, para reafirmar el compromiso de la comunidad internacional de apoyar a los pueblos indígenas a fin de preservar sus culturas, conocimientos y derechos.
En el marco de los esfuerzos encaminados a salvaguardar las tradiciones vivas, la UNESCO ha incluido varias formas poéticas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como los cantos Hudhud de Filipinas, la tradición oral Mapoyo de Venezuela, la Eshuva, rezos cantados en lengua harákmbut del Perú, y la tradición oral Koogere de Uganda.
Cada forma de poesía es única y al mismo tiempo refleja el carácter universal de la experiencia humana —nuestra aspiración a la creatividad que rebasa todos los límites y fronteras. Ese es el poder de la poesía.
Audrey Azoulay