Con motivo del vigésimo aniversario del premio literario creado por Pepa Cantarero, la escritora dio un emotivo discurso.
Os dejamos el texto con el que celebró esta longeva andadura.
RECORRIDO DE ESTOS 20 AÑOS
Que veinte años no es nada dice la
canción
Y no es verdad, 20 años es una
importante andadura y si no que le pregunten a nuestra piel, a
nuestras ilusiones, a nuestra alma o espíritu (que al parecer son
sinónimos), aunque algunos sostienen que no tienen nada que ver,
puesto que:
En el alma residen los elementos que
nos hacen humanos como el intelecto, pensamiento, ideales, amor,
emoción, discernimiento, decisión…
En cuanto el espíritu, es toda
comunicación de Dios con el hombre y sus funciones primarias son:
conciencia, intuición y comunión.
-El alma es inmortal, pero el
espíritu no.
-El alma tiene que ver con el
aspecto emocional y con la vida misma de las criaturas, mientras que
el espíritu es la fuerza que permite que el cuerpo funcione.
Y os preguntaréis qué tiene esto que
ver con lo que nos trae aquí ¿no? Pues eso digo yo.
Ah, sí, viene a colación porque hoy
cumple dos décadas este certamen poético al que un día decidieron
ponerle mi nombre; y yo lo estoy celebrando con el alma y el espíritu
al mismo tanto por ciento.
Y para salir de esta digresión y
centrarme en lo que quiero decir… es tan simple como GRACIAS.
Gracias a todas las personas que a lo largo de este recorrido han
hecho posible que este certamen goce cada vez de mejor salud y
calidad. Esto último, mérito exclusivo de los autores que nos
regalan su buen hacer en este género.
Gracias al ayuntamiento de Baños de la
Encina y a las personas que siguen haciendo posible la permanencia
del Premio Nacional de Poesía Pepa Cantarero.
Premio que durante años anduvo solo, y
al que se han ido uniendo el del poeta y maestro de ceremonias:
Alfonso Monteagudo, Relatos y Cuentos, Microrrelatos… Y el que
estrenamos hoy: Primer Premio de Novela corta Castillo de Baños de
la Encina. Todo esto, promovido por un alcalde, Antonio las Heras que
apuesta en firme por la literatura.
Y terminaré igual que empecé con un
concepto abstracto: si yo creyera en la felicidad, me atrevo a decir
que, ahora, en este preciso momento, casi puedo rozarla. Mi
agradecimiento más sincero.
Pepa Cantarero