Nocturno
Quiero hablarte
como hablan las orillas a los juncos,
quedarme en tu vaivén como se queda el légamo
amoldando abrazos de agua.
Quiero ser la sed de tus guijarros,
la noche trenzada en tu pelo, tu surco y tu cima.
Llegarte como jirón de luna asomada a los álamos.
Ser trama de vientos y danza de eneas, en tu cuerpo.
Quiero arder en tu boca como mariposa ciega,
ser el tacto del alba para desnudarte despacio,
mientras me entregas
el nocturno alimento que envenena a la rosa.
Fui
Te oigo caminar por mis venas secas,
Mi vida se vacía a tu paso.
Un reguero de mí, inunda tus dedos,
Me has roto en caricias.
Nadie sabe que fui…
Soy como la huella en el agua.
Naufragio
Peces a contracorriente ensayan la agonía
en este mar de bolsillo.
Persiguiendo a tu viento, se borró el trazo de mis alas
y caí sin dolor al vacío que dejaron las mareas.
Tus dedos, desertores de la caricia,
aún me despedazan los sueños,
se quedó en mi orilla el lastre de tu voz,
el barro de tus pasos,
las astillas de tus naufragios.
Ahora que vivo de esta muerte regalada...
Déjame no ser.
Llanto de sal
El reloj de arena ya nunca marca la hora,
la prisa encerrada estalla,
y salpica de tiempo la coraza de mi alma.
Vigila la puerta una espera,
un silencio sin medida.
La noche talla tu nombre en mi veleta,
al aire sin fronteras me desnudo,
vas o vienes rozándome el aliento,
libre.
Mientras oscila inservible el péndulo de mi tristeza,
la luna acuchilla los tejados.
Y desde todas las heridas, se oye llorar al mar.
Confusión
Mi cabeza es como un cubo de cinc,
los pensamientos retumban cuando gritan fuera.
Ruido de aguas pasadas,
una sed permanente resquebraja el metal de mi pecho,
un dolor de sonajas me alerta la voz,
y me voy quedando muda y hueca.
Un eco molesto ronda mi sima,
a duras penas entiendo esta babel de mi cuerpo.
Sorda angustia la del pozo
cuando las aguas se duermen sin tener sueño.
Ídolo de fango
Hoy solo quiero dar cuerda al futuro,
no importa el curso de las horas sin ti.
Girar las manecillas en sentido contrario
al hueco crepuscular de los sueños,
quiero negar a esta cintura sin yugo,
la luna creciente de tus mareas.
Cegar tu engañosa luz de luciérnaga,
apagarte de mi entraña,
y a tientas, recorrer otro cuerpo,
pecando.
Mientras rehúye tu tiempo a mis relojes,
celebraré desnuda la tormenta que te preceda.
Dolor
A veces te esparces,
dolor,
y me anegas…
Ni siquiera los gorriones
se atreven a beber
en la tristeza irregular de mis charcos.
Diferencias
Mi amor
es un tiempo eterno entre dos urgencias,
el surco donde el arado ensaya la herida.
la espora y la espera sin germinar,
el pozo ciego donde ahogas tus horas.
Tu amor
es sólo un garabato en la pared de mi costumbre.
la cábala incompleta,
la alcuza rota,
la duda.
Deuda
Te debo el vértice de un verso,
el plenilunio de mi noche,
la sal de la séptima ola,
Te debo el surco donde germinas,
Los acantilados de mi piel,
La bitácora de mi alma,
Y tú…
Solo me debes el olvido
Destierro y humo
Mueren en la orilla unos versos,
Como velas rotas de un naufragio predicho.
Y detrás de todos los avatares, de todas las nostalgias,
remos de sal dentellean tu marea amarga.
Mi puerto te guarece de esta espiral de vientos,
Ajados azules se retuercen en mis manos,
añorando olas con sabor a canela.
La espuma deja cartas de amantes numeradas.
Me busco sin dar conmigo.
Seguramente me habré ahogado en tu mar incierto.
Dos gaviotas se aman en la arena.
Destierro y humo....
Tu… yo… y el mar
Yo vivía rodeada de grises,
adosada a rutinarias caracolas sin sonido.
Tú te mirabas en el agua queriendo borrarte la vida.
Nos arrastró la corriente y al tiempo,
nos encontramos en el rojo latir de una estrella imposible,
Tu… yo… y el mar.
A penas nada
La diferencia entre tus cosas y mis cosas
no es más que una gota de agua.
Apenas nada….
Pero por una gota rebosa un vaso
y deja inservible la sed.
Accésit, en la modalidad Nacional, del XV Certamen de Poesía "Pepa Cantarero"
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